martes, 25 de diciembre de 2007

Pantalones de pitillo



Este fin de semana pasado, la realidad volvió una vez más a golpearme de una forma humillante en la mejilla, y tras dejarme inconsciente, me absorbió, masticó y escupió. Y es que descubrí lo malvado que puede llegar a ser el ser humano, malvado o estupido.
Y digo esto sobre el ser humano porque solo un ser vil, cruel y despiadado sería capaz de crear algo tan absurdo e inútil como lo es la moda. Si, damas y caballeros, la moda es algo inútil e inservible, que solo existe para que algunos puedan hacer ostentación de su poder adquisitivo, fue así en la antigüedad, es así ahora y será así en las generaciones venideras. Generaciones que provendrán de la generación actual, lo que me hace creer que el Apocalipsis no tardará en llegar, y es que la actual generación de gente joven pierde más tiempo en decorar sus cabezas, que en llenarlas con algo de información útil (y si no que alguien me explique la estupida moda de comprarse gorras dos tallas más pequeñas que la de su propia cabeza ¿acaso quieren aparentar tener algún tipo de retraso mental? Porque ni alguien que lo sufriese se pondría la gorra así, por no hablar que de esta forma se destruye completamente la utilidad de una gorra, que no es otra que la de evitar que el sol te dé directamente en los ojos).
Bueno, toda esta dispersión mental por mi parte, se debe a que, este fin de semana pasado fui de compras, y lo gracioso es que salí de casa pensando que mi compra sería rápida y sencilla, pero no sabía lo equivocado que estaba. Ni por un momento pensé que encontrar unos pantalones vaqueros de pitillo me supondría tanto dolor de cabeza.
Debido a las modas imperantes en nuestra sociedad, los pantalones de hoy en día, en su mayoría, se fabrican para llevarlos algo caído o muy ajustado, y parece ser que nadie compra pantalones vaqueros normales.
No se en cuantas tiendas entré ¿alguien sabe cuantos tipos de colores distintos se pueden usar en los pantalones? ¿O cuantas frases estupidas en ingles hacen falta usar para decorar un pantalón? ¿ Por qué los lavan a la piedra? ¿Que utilidad tiene lavarlo a la piedra? Estaba en esos pensamientos cuando descubrí una tienda donde parecía ser que vendían pantalones de pitillo, de pana, de algodon, para vestir, de una tela fosca para el invierno, de quinientos tipos de tejidos y colores, menos vaqueros, por no hablar de las tallas, que parecían de niño pequeño.
Al final, después de cuarenta y cinco minutos de búsqueda, encontré en una calle paralela a Alcalá una pequeña tienda donde vendían pantalones vaqueros, pero no unos pantalones vaqueros cualquiera... sin letras, sin rotos, sin las costuras al revés para que parezca que eres tan tonto que no sabes vestirte, sin colores fucsia o morado, en resumen, unos pantalones vaqueros normales, de color normal y tejido normal. Pero lo mejor vino cuando le pregunté al dependiente (un hombre mayor, muy agradable al que parecía hacerle más ilusión el que yo hubiese entrado en su tienda, que la que me podía haber hecho a mi el haberla encontrado) "¿los tiene más estrechos por la parte de abajo?" y el hombre me sonrió "¿de pitillo?Claro que si" fue en ese momento cuando me hubiese gustado estrechar a aquel hombre entre mis brazos y ponerme a llorar por lo feliz que había hecho a una persona como yo (creo que ni en toda su vida Santa Teresa de Jesús hizo algo tan grande por alguien como lo hizo este hombre por mi)
Así que la realidad demostró clemencia con la gente como yo, que desconoce lo que está de moda, porque nunca lo ha sabido ni malditas las ganas que tiene de saberlo.

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